jueves, 4 de febrero de 2010

Cholito Jesus

Los alumnos de Computación e Informática X del ISPPEE "María Madre", Promoción 2009, no quisieron quedarse atrás e hicieron una buena presentación de villancicos.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Angela Carrasco - Tu tambien me haces falta

Porque a mí tú también me haces falta, abrázame con fuerza y siente...

Angela Carrasco - Amigo mio, Cuenta conmigo - Casino las Veg

Con cariño para todas las personas que saben valorar una amistad.

viernes, 3 de julio de 2009

¿ESCUCHAR?


¿Alguna vez nos hemos preguntado si sabemos escuchar? ¿Cuánto de nuestra capacidad comunicativa la empleamos para hacerlo? ¿Es lo mismo oír que escuchar?

Ciertamente estas son algunas reflexiones que esta vez deseo compartir contigo.

En nuestro proceso de comunicación, emitimos muchos mensajes y recepcionamos otros, los cuales dependerán de la eficiencia en que los transmitamos o recepcionemos para lograr su cabal comprensión. Sin embargo, enfocando nuestro punto a la capacidad de escucha, estos casi siempre no son comprendidos debido a que, en la mayoría de los casos, nos dedicamos a oír y muy pocas veces a escuchar.

Se define el oír como la capacidad de percibir sonidos a través del aparato auditivo sin dedicar alguna intención predeterminada, es decir, percibimos todos los sonidos que se generan a nuestro alrededor de manera involuntaria; en cambio, escuchar es poner atención a los sonidos logrando descubrir sus mensajes. Pero, para comprender estos mensajes, es preciso llegar a cierto nivel en la capacidad de escucha.

¿Sabías que, al igual que existen niveles para la comprensión te textos también los hay para escuchar? Sí, es así. Existen cuatro niveles, los que a continuación paso a explicar:

  • Primer nivel: Escucha desconectada

Es cuando nuestra mente está en otro lugar al momento de recepcionar un mensaje que en primera instancia captamos con intención, y que por temor a ser descubierto respondemos a nuestro interlocutor con un “así”, “claro”, “ajá”…

  • Segundo nivel: Escucha competitiva

Aquí nuestro mensaje lo escuchamos a medias. Esto porque estamos ideando la manera de dar nuestra opinión de manera rápida, por lo que interrumpimos constantemente el diálogo con la finalidad de demostrarnos que somos capaces y competentes.

  • Tercer nivel: Escucha verbal

Es este nivel estamos muy atento a las palabras; sin embargo, dejando de lado los mensajes que ofrece la comunicación no verbal. Esto es referido al tono de voz, gestos, posturas entre otras.

Sabías que, nosotros empleamos sólo el 7% de nuestra comunicación verbal, el 38% corresponde al tono y timbre de voz y el 55% a los gestos y posturas, por lo que si no atendemos adecuadamente a la comunicación no verbal, estamos perdiendo el 93% de los mensajes.

  • Cuarto nivel: Escucha empática

Es el nivel más alto de nuestra capacidad de escucha y al que todos debemos apuntar. Se refiere a poner atención tanto a los mensajes emitidos de manera verbal como los no verbales en nuestro proceso comunicativo. Aquí dejamos de lado nuestro ego para ponernos en el lugar de otro y así hacer más efectiva nuestra comunicación.

Si todos nos empeñáramos a lograr el cuarto nivel, es seguro que se evitarían muchos de los conflictos en que nos vemos atrapados en las diferentes relaciones de nuestra vida: familiar, de pareja, laboral, social, etc. Y así viviríamos en un ambiente de armonía y bienestar.

La pregunta ahora es: ¿A qué nivel de la capacidad de escucha quieres llegar?

sábado, 20 de junio de 2009

LOS QUE SON Y NO LO SON


Mayo, mes de la Madre, Junio, del Padre… Quizás para muchos esta fecha no tiene la relevancia que tiene la celebración que le hacemos a la mamá; pero así como hay mujeres que son padre y madre para sus hijos, también los hay en los varones, claro que en menor cantidad y es a ellos que va dirigido mi homenaje hoy: a los padres que dignamente llevan el honor de serlo.

En nuestro medio como en cualquier otro, hay PADRES y “padres”; la diferencia es clara: la primera se refiere a quienes con entereza, ahínco, dedicación y entrega sacan a su familia adelante, para quienes llegar a casa después de laborar todo un día, se dan el tiempo para conversar con sus hijos, atenderlos y hasta jugar con ellos; los otros, son aquellos que fueron padres por las casualidades de la vida y que no se merecen siquiera ser llamados hombres, pues muchos de ellos niegan a sus hijos, otros los maltratan y la mayoría nunca tienen tiempo para la familia. Pero no es mi deseo dedicar estas líneas a estos últimos:

FELIZ DÍA DEL PADRE a todos los hombres que lejos de razas, credos, ideología política o estrato social, engloban las virtudes y características de un padre, en especial del padre peruano, que a pesar de las adversidades y penalidades se esfuerza por ser siempre EL MEJOR como hijo, hombre, hermano, padre, abuelo…